El Ministerio
Pastor
- Hermano Héctor Rojas
Diáconos
- Hermano Ingo Acuña
- Hermano Joel Alarcón
Alabanza
Director de Cantos
- Hermano Joel Alarcón
- Hermano Pedro Gamarra
Director de Músicos
- Hermano Isaías Rojas
Músicos
- Hermana Ana Gaete
- Hermana Aramí Peralta
- Hermana Beatriz Romero
- Hermana Belén Gaete
- Hermana Betsy Gaete
- Hermana Bianca Piris de Alarcón
- Hermana Esmeralda Insfrán
- Hermana Margarita Insfrán
- Hermana Soraya Rojas
- Hermana Zaida Rojas
- Hermano Elias Gaete
- Hermano Ezequiel Rojas
- Hermano Isaías Rojas
- Hermano Parnell Gamarra
Multimedia
Sonido
- Hermano Héctor Junior Rojas
Proyección
- Hermano Ricardo Gonzalez
Transmisión
- Hermano Héctor Junior Rojas
Fotografía
- Hermano Pedro Jesús Gamarra
1 Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados,
2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.
7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice:
Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad,
Y dio dones a los hombres.
9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.