Tabernáculo Piedra del Águila Tabernáculo Piedra del Águila

Amado salvador

Inmenso alivio hallé en Él a mi dolor
Y descansé de mi duro trajín
Dulce reposo es para mi ser
Que con su muerte mi carga quitó

Aún su sangre sigue abogando
Y eso quita toda iniquidad
Y aunque satán quisiera acusarme
Mi culpa está en el fondo de la mar

         Amando salvador
         Cristo el deseado
         Herido fuiste por mi rebelión
         Estando muerto en delitos y pecados
         Tuviste de mi alma compasión

Todos nos descarriamos como ovejas
No había forma alguna de volver
Dejaste entonces tu trono de gloria
Quintándote ropaje de gran rey

Fuiste contado entre pecadores
Pelándote en un cuerpo de mortal
Molido y abatido por nuestros pecados
Su vida hasta la muerte derramó